Cómo proteger su pequeña empresa de los litigios
Cuando se dirige una pequeña empresa, una de las mayores amenazas a las que puede enfrentarse son los litigios. Como propietario de una pequeña empresa, no es posible saberlo todo, y ahí es donde muchos propietarios de empresas acaban teniendo problemas.
Por lo tanto, si tiene una pequeña empresa y quiere protegerla de los litigios, he aquí algunas cosas que debe hacer:
1. Cuidado con lo que dices o haces
La imagen de su empresa es fundamental para la supervivencia. Tanto usted, como propietario, como sus empleados, deben tener mucho cuidado al hacer anuncios públicos o llevar a cabo cualquier negocio que pueda parecer cuestionable. Tenga mucho cuidado con lo que dice, ya que las declaraciones pueden ser fácilmente interpretadas como calumniosas o incluso difamatorias. También debe asegurarse de no estar involucrado en ningún conflicto de intereses.
Así, por ejemplo, si usted es un ciudadano honrado de su comunidad y es elegido para el consejo municipal y colabora en la aprobación de una ordenanza que podría beneficiar a su negocio, entonces sería un conflicto de intereses. Esta situación podría, por tanto, llevarle a ser demandado.
2. Contratar a un abogado
La ley es intrincada y complicada, y no es posible que usted, como propietario de una empresa, conozca todos los pormenores relacionados con la legalidad, a menos que sea un abogado de empresa. Por lo tanto, le conviene contratar a un abogado competente que le ayude a navegar por los matices legales, a menudo complicados, que conlleva la gestión de una empresa. Ahora se plantea la cuestión del tipo de abogado que debe contratar.
Hay muchos tipos de abogados que podrían ayudarle con su negocio, pero uno de los más apropiados para su pequeña empresa podría ser un abogado laboralista. Esto se debe a que la mayoría de los problemas legales a los que se enfrentan los propietarios de pequeñas empresas están relacionados con el empleo.
3. Separe sus finanzas personales de las de su empresa
Muchos propietarios de pequeñas empresas son empresarios individuales y, por ello, sus bienes (como sus coches o sus casas) están vinculados a sus empresas. En caso de ser demandados, es posible que los litigantes ataquen no sólo su negocio, sino también sus bienes.
Es aconsejable separar sus finanzas personales de las de su empresa. Convierta su negocio en una entidad totalmente independiente. Esto puede hacerse haciendo que un fideicomiso sea el dueño de su negocio o incorporando su negocio. De este modo, su casa, así como su patrimonio personal, estarán a salvo si su empresa es demandada.
4. Asegurarse
Los propietarios de pequeñas empresas no suelen comprender la enorme red de seguridad que puede suponer para ellos el seguro de responsabilidad civil. De este modo, si un cliente le demanda por haberse lesionado en su establecimiento, o por no haber cumplido un acuerdo contratado, estará protegido.
5. Contratos estancos
Si vas a firmar un contrato con alguien, asegúrate de que también incluya cláusulas que te protejan a ti y a los intereses de tu empresa. Si hay circunstancias que escapan a tu control (como una catástrofe natural, un proveedor que no cumple su compromiso, etc.), entonces debe haber cláusulas en el acuerdo contractual que impidan que tu cliente te demande por incumplimiento de contrato.
6. Proteja sus datos
Vivimos en un mundo en el que la tecnología e Internet lo dirigen todo. Sin embargo, son sistemas que pueden y van a tener (en algún momento) una avería. En caso de que su empresa se vea afectada por un fallo del sistema tecnológico que pueda afectar a sus operaciones comerciales o a sus obligaciones contractuales. Debe asegurarse de que existe una copia de seguridad.